Hola pelotón!
Hace muuucho tiempo que no dábamos señales de
vida, pero aqui estamos. Yo ahora paso bastante tiempo en el extranjero,
hace 6 meses nació nuestro retoño Kai Luca y vamos combinando nuestro
tiempo entre Alemania y España.
Como sabéis, he competido por
estos lares, distribuyendo mi presencia en Alsacia, Suiza y Alemania,
además del Campeonato del Mundo de Austria, con resultados moderados por
diferentes razones, en parte sin identificar. Aunque mucho tienen que
ver los continuos cambios de lugar y climatología. En las carreras
alemanas hay tantas o más "motos" que en las de casa y en los circuitos,
duros pero más largos y bonitos que los de la Xallenge, la cabeza
terminaba yéndose irremisiblemente. Nunca acababa de encontrarme bien
del todo.
A mediados de agosto corrí la Trans-Selva
Negra, una carrera de BTT de cinco etapas (400 km y 10000 m de desnivel
acumulado) que recorre de sur a norte esta masa forestal alemana,
encuadrada en el vértice suroeste de Alemania. Con las dudas de mi
rendimiento, procuré no pasar del 85-90% del rendimiento y, la verdad,
es que los resultados fueron bastante buenos, acabando 4.º de master 40,
bastante cerca del 3.º
El campeonato del mundo me
pilla saliendo de un catarro y el día de la carrera en ruta hace mucho
calor. Aunque las sensaciones en la primera vuelta son buenas, me
deshidrato a la segunda vuelta y comienzan los calambres; a duras penas
puedo culminar el tramo de subida de la última vuelta en las últimas
unidades del pelotón de cabeza, habiéndose escapado ya 5 italianos por
delante en el segundo repecho duro de la segunda vuelta. Esta vez, mi
asistente y yo acertamos a estar en el mismo lado y pude agarrar un
bidón, cuyo contenido prácticamente se evapora al contacto de mi
paladar. Aun así, me reanima durante unos minutos y logro enlazar con
los
últimas unidades, reagrupándose finalmente todo el pelotón poco antes de
llegar a la seunda rampa, momento en el que se reproducen los intentos
de escapada y, al sentirme algo recuperado, intento entrar en ellas.
Craso error: fue intentarlo y recibir el golpe de un cuádriceps
acalambrado en el mentón; asi que me arrastro como puedo para cluminar
el segundo repecho e intentar bajar con el pelotón.
En los
siguientes kilómetros, después de irse otro grupo de unos 8-10
corredores sin que pudiese siquiera intentar entrar (muy a mi pesar),
tengo que bajar tanto el ritmo por los calambres que se me va el
pelotón, me adelanta el director de carrera y me quedo en zona de nadie,
entre coches "civiles", con el pelotón a lo lejos. Está claro que tengo
dos opciones: o dejarme ir y reservarme para la crono de mañana o
intentar poner un ritmo constante y alto, pero sin apretones
desencadenantes de calambres, para intentar enlazar con el pelotón. Como
ciclista que soy, amante del masoquismo, opto por la segunda.
Aprovechando
el rebufo de algún coche, de alguna manera consigo mantener un ritmo
bueno y llegar hasta el coche del director de carrera. Si los de delante
dejasen de atacar un momento.......
Dicho y hecho: consigo entrar y resguardarme para recuperar el aliento.
Aunque
la subida es continua, es suave y permite resguardarse. Delante hay un
grupo destacado de una docena de corredores y pienso que vale la pena
intentar entrar. Salgo disparado, no recibo quejas del tren inferior y
sigo para delante. Hay gente de puente. Al final, consigo entrar y sin
quererlo, me veo en cabeza restando 2-3 km; intento escabullirme yendo
de un lado a otro de la calzada, pero los muy reservones no hacen otra
cosa que serpentear detrás mio. Al poco se producen los escarceos para
ir preparando el esprint: aquí vale hasta llegar el 40...si es del
"mundo"!
500 m y saltan los primeros. Finalmente consigo pasar a uno o dos sobre la meta y termino el 31.º
Sin embargo, retrospectivamente, creo que no estuvo mal para los problemas físicos que tuve.
La
crono, bueno, es la primera en mi historial y nada más salir me siento
incomodísimo y con las piernas frías enfriadas, demasiado "plegado" y
con la sensación de no poder desplegar toda la fuerza necesaria. Así que
reservo mucho, demasiado, en el tramo que baja y, a medio recorrido (km
10), me adelanta el que me seguía (a 30 s). Al poco, los dos doblamos
al que iba por delante, que se ha clavado en el tramo de subida,
mientras que yo, que he entrado algo en calor, consigo manterme a rueda
del austríaco que me superó. Los km pasan "deprisa". A falta de 2 rebaso
de nuevo al austríaco y cruzo la línea recuperándole 3 s y termino 16.º
Adolfo
García me habría sacado 1 min 15" si comparamos su tiempo de hace dos
años con el mío de este. Con todo, creo que hay margen de mejora: toca
trabajar duro sobre la cabra! Mañana mismo haremos unas 3 horitas por
los bonitos alrededores de la Selva Negra y del Danubio.
No
quiero despedirme sin expresar los buenos ratos que he pasado con los conocidos del pelotón de la Xallenge: siempre agradable charlar con vosotros. Y, por supuesto y muy especialmente, con mis
compañeros de equipo Mirco, Faricle, Claudi, Angel, Juan Carlos, Paco, Faricle, Fede,
Salva y su sobrino (excelente aguador en Montornés, sin su ayuda no
habría podido subir al podio) más los que me dejo, en las cuatro carreras a las que asistí en
Septiembre, en las que por fin me rencontré y pude rodar como me gusta.
Agradable sobre todo el rato que pasamos Fede, Paco, yo y JC en Blanes. Gracias por recuperarme el transmisor Polar, gran JC, a por la Xallenge!
Un abrazo especial a Claudi y Carmen y a su pequeña y monísima Arla? (no recuerdo bien el nombre).
Mi siguiente cita es del 28 al 30 de septiembre, carrera por etapas con dura crono inicial de 16 km y rampa de hasta 8%.
Un fuerte abrazo y suerte para las dos carreras que quedan!
Luis
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