lunes, 8 de octubre de 2012

Relato de mi modesta 1.ª participación en el CM de másters



 
El campeonato del mundo para másters en St. Johann, Austria, me pilla saliendo de un catarro. Es el 28 de agosto de 2012 y el día de la carrera en ruta. Luce sol y hace calor (30 ºC) para los 112 km que tenemos por delante.

Salimos 76 corredores de muchas nacionalidades y el primer repecho, dividido literalmente en 5 escalones de 7-9%, llega a los pocos km.
Aunque las sensaciones en esta primera subida son buenas y consigo situarme entre los 10 primeros, ya veo que la gente está muy fuerte y que hay un montón de italianos. Procuro no exponerme y me limito a seguir las enfiladas que siguen a los ataques, que son bastante constantes. Sobre el km 18 llega otro repecho del 9%, más sostenido, que dibuja una S laaarga y que, al llegar arriba, sigue subiendo ligeramente por el pueblo. Tras ella, la bajada rápida, en la que siempre recupero bastantes posiciones y consigo llegar a la cabeza.
Se oyen muchas exclamaciones en italiano en el pelotón; deben ser los mismos exabruptos y alaridos que se emiten en nuestro pelotón de masters.
En el retorno vamos remontando en paralelo al río durante 15 km, con continuos ataques que estiran el pelotón y van minando las fuerzas de las unidades que lo componen.
En la segunda subida sigo bien situado pero noto las piernas cargadas y miro a ver si encuentro a Petra; resulta que está en el lado izquierdo cuando el pelotón va entero por el derecho. Es relativamente preocupante, porque con el calor reinante y, sobre todo, el esfuerzo que requiere estar atento y seguir los ataques del pelotón, el líquido mengua rápidamente.
De hecho, un poco más adelante comienzan los calambres; veo como atacan unas cuantas unidades en la paella de la segunda subida y consiguen irse. Con las piernas atenazadas, suficiente hago con mantenerme en la mitad del pelotón principal. En la bajada se reagrupa todo, salvo los fugados, y no puedo hacer otra cosa que intentar preservar las piernas.
Perooo...en la tercera vuelta, a duras penas puedo culminar el tramo de subida de la última vuelta en las últimas unidades del pelotón de cabeza, habiéndose escapado ya 5 italianos por delante en el segundo repecho duro de la segunda vuelta. Esta vez, mi asistente y yo acertamos a estar en el mismo lado y pude agarrar un bidón, cuyo contenido prácticamente se evapora al contacto de mi paladar. Aun así, me reanima durante unos minutos y logro enlazar con los últimas unidades, reagrupándose finalmente todo el pelotón poco antes de llegar a la segunda rampa, momento en el que se reproducen los intentos de escapada y, al sentirme algo recuperado, intento entrar en ellas. Craso error: fue intentarlo y recibir el impacto de un cuádriceps acalambrado en el mentón; asi que me arrastro como puedo para culminar el segundo repecho e intentar bajar con el pelotón. La imagen es antes del hecho.

En los siguientes kilómetros, después de irse otro grupo de unos 8-10 corredores sin que pudiese siquiera intentar entrar (muy a mi pesar) y tengo que bajar tanto el ritmo por los calambres que me quedoooooo: se va el pelotón, me adelanta el director de carrera y me quedo en zona de nadie, entre coches "civiles", con el pelotón a lo lejos. Está claro que tengo dos opciones: o dejarme ir y reservarme para la crono de mañana o intentar poner un ritmo constante y alto, pero sin apretones desencadenantes de calambres, para intentar enlazar con el pelotón. Como ciclista que soy, amante del masoquismo, opto por la segunda.
Aprovechando el rebufo de algún coche, de alguna manera consigo mantener un ritmo bueno y llegar hasta el coche del director de carrera. Si los de delante dejasen de atacar un momento.......
Dicho y hecho: consigo entrar y resguardarme para recuperar el aliento.
Aunque la subida es continua, es suave y permite resguardarse. Delante hay un grupo destacado de una docena de corredores y pienso que vale la pena intentar entrar. Salgo disparado, no recibo quejas del tren inferior y sigo para delante. Hay gente de puente. Al final, consigo entrar y sin quererlo, me veo en cabeza restando 2-3 km; intento escabullirme yendo de un lado a otro de la calzada, pero los muy reservones no hacen otra cosa que serpentear detrás mio. Al poco se producen los escarceos para ir preparando el esprint: aquí vale hasta llegar el 40...si es del "mundo"!
500 m y saltan los primeros. Finalmente consigo pasar a uno o dos sobre la meta y termino el 31.º
Sin embargo, retrospectivamente, creo que no estuvo mal para los problemas físicos que tuve.

La crono, bueno, es la primera en mi historial y nada más salir me siento incomodísimo y con las piernas frías, demasiado encogido y con la sensación de no poder desplegar toda la fuerza necesaria. Eso que, viendo después las fotos, no parecía llevar una posición demasiado inclinada. El hecho de no que el ordenador de a bordo se haya quedado sin pilas no me ayuda, pues me quedo sin conocer tiempos, velocidad y pulsaciones. Voy a ciegas.


Consecuencia: reservo mucho, demasiado, en el tramo que baja y aunque los km pasan "deprisa", a medio recorrido (km 10), me adelanta el que me seguía (a 30 s). Giramos 180º y bajamos el repecho Al poco, los dos doblamos al que iba por delante, que ya llegó clavado al repecho previo al giro, mientras que yo, que he entrado algo en calor, consigo mantenerme a rueda del austríaco que me superó. A falta de 2 rebaso de nuevo al austríaco en el preciso instante en que diviso fugazmente a Petra y KL en el margen derecho, vitoreando. El resto es darlo todo para cruzar la línea en 16.ª posición, recuperándole irrisorios 3 s a mi perseguidor. Menos es nada.
Da la impresión que es sobre todo la falta de entreno en esta posición, que obliga a zonas de la musculatura menos involucradas en el pedaleo "habitual" a trabajar de forma diferente (además), lo que más penaliza los tiempos. Un buen calentamiento, con intensidad, hasta poco antes de salir es otro de los factores que contribuyen a un buen rendimiento, como pude comprobar en otra contrarreloj posterior.

Las imágnes son tomadas del sitio "sportograph", como bien indica la marca de agua, y la resolución es pobre porque son versiones previo compra.

Un saludo al pelotón
Luis

jueves, 27 de septiembre de 2012

Entreno de la crono....

Otro día con 15 ºC como mucho. En cuanto el sol se oculta tras las nubes, de las que hay más de las que me gustaría, más vale llevar manga larga y perneras. 
Hoy he ido a entrenar por última vez el recorrido de la crono de mañana y, aparte del ventarrón que soplaba de costado (iba inclinado, con la rueda de disco) me "soprendió" un chubasco (se veía venir desde el suroeste). Pude refugiarme bajo un puente de autovía y conversar distendidamente con operarios de mantenimiento de carreteras que, a la sazón, se hallaban realizando tal tipo de tareas bajo el puente: uno originario de croacia que lleva 25 años viviendo aquí, el otro me da que era de origen ruso, pues se choteaban entre ellos con que si las bicis buenas (estuvieron estudiando la mía) iban a Moscú y la chatarra iba a parar a Croacia, etc.
En fin, en cuanto el sol, que relució espléndido pasado el nubarrón, secó la calzada, reanudé las “pasadas”. Lo que no amainó fue el viento, con lo que mis registros empeoraron ostensiblemente en comparación con otros días, ya que no venía a favor en casi ningún tramo y yo, en ocasiones, daba bandazos.
Hoy prontito a la cama y mañana ya veremos que tal. Hasta las 17.27 no salgo.
La foto no es del recorrido de la crono, pero si de una de las dos etapas del sábado y del domingo, de 81 y 86 km, respectivamente.

Un abrazo 
Luis

sábado, 22 de septiembre de 2012

Fue una bonita semana de competir y compartir....

Hola pelotón!
Hace muuucho tiempo que no dábamos señales de vida, pero aqui estamos. Yo ahora paso bastante tiempo en el extranjero, hace 6 meses nació nuestro retoño Kai Luca y vamos combinando nuestro tiempo entre Alemania y España.
Como sabéis, he competido por estos lares, distribuyendo mi presencia en Alsacia, Suiza y Alemania, además del Campeonato del Mundo de Austria, con resultados moderados por diferentes razones, en parte sin identificar. Aunque mucho tienen que ver los continuos cambios de lugar y climatología. En las carreras alemanas hay tantas o más "motos" que en las de casa y en los circuitos, duros pero más largos y bonitos que los de la Xallenge, la cabeza terminaba yéndose irremisiblemente. Nunca acababa de encontrarme bien del todo.

A mediados de agosto corrí la Trans-Selva Negra, una carrera de BTT de cinco etapas (400 km y 10000 m de desnivel acumulado) que recorre de sur a norte esta masa forestal alemana, encuadrada en el vértice suroeste de Alemania. Con las dudas de mi rendimiento, procuré no pasar del 85-90% del rendimiento y, la verdad, es que los resultados fueron bastante buenos, acabando 4.º de master 40, bastante cerca del 3.º

El campeonato del mundo me pilla saliendo de un catarro y el día de la carrera en ruta hace mucho calor. Aunque las sensaciones en la primera vuelta son buenas, me deshidrato a la segunda vuelta y comienzan los calambres; a duras penas puedo culminar el tramo de subida de la última vuelta en las últimas unidades del pelotón de cabeza, habiéndose escapado ya 5 italianos por delante en el segundo repecho duro de la segunda vuelta. Esta vez, mi asistente y yo acertamos a estar en el mismo lado y pude agarrar un bidón, cuyo contenido prácticamente se evapora al contacto de mi paladar. Aun así, me reanima durante unos minutos y logro enlazar con los últimas unidades, reagrupándose finalmente todo el pelotón poco antes de llegar a la seunda rampa, momento en el que se reproducen los intentos de escapada y, al sentirme algo recuperado, intento entrar en ellas. Craso error: fue intentarlo y recibir el golpe de un cuádriceps acalambrado en el mentón; asi que me arrastro como puedo para cluminar el segundo repecho e intentar bajar con el pelotón.
En los siguientes kilómetros, después de irse otro grupo de unos 8-10 corredores sin que pudiese siquiera intentar entrar (muy a mi pesar), tengo que bajar tanto el ritmo por los calambres que se me va el pelotón, me adelanta el director de carrera y me quedo en zona de nadie, entre coches "civiles", con el pelotón a lo lejos. Está claro que tengo dos opciones: o dejarme ir y reservarme para la crono de mañana o intentar poner un ritmo constante y alto, pero sin apretones desencadenantes de calambres, para intentar enlazar con el pelotón. Como ciclista que soy, amante del masoquismo, opto por la segunda.
Aprovechando el rebufo de algún coche, de alguna manera consigo mantener un ritmo bueno y llegar hasta el coche del director de carrera. Si los de delante dejasen de atacar un momento.......
Dicho y hecho: consigo entrar y resguardarme para recuperar el aliento.
Aunque la subida es continua, es suave y permite resguardarse. Delante hay un grupo destacado de una docena de corredores y pienso que vale la pena intentar entrar. Salgo disparado, no recibo quejas del tren inferior y sigo para delante. Hay gente de puente. Al final, consigo entrar y sin quererlo, me veo en cabeza restando 2-3 km; intento escabullirme yendo de un lado a otro de la calzada, pero los muy reservones no hacen otra cosa que serpentear detrás mio. Al poco se producen los escarceos para ir preparando el esprint: aquí vale hasta llegar el 40...si es del "mundo"!
500 m y saltan los primeros. Finalmente consigo pasar a uno o dos sobre la meta y termino el 31.º
Sin embargo, retrospectivamente, creo que no estuvo mal para los problemas físicos que tuve.

La crono, bueno, es la primera en mi historial y nada más salir me siento incomodísimo y con las piernas frías enfriadas, demasiado "plegado" y con la sensación de no poder desplegar toda la fuerza necesaria. Así que reservo mucho, demasiado, en el tramo que baja y, a medio recorrido (km 10), me adelanta el que me seguía (a 30 s). Al poco, los dos doblamos al que iba por delante, que se ha clavado en el tramo de subida, mientras que yo, que he entrado algo en calor, consigo manterme a rueda del austríaco que me superó. Los km pasan "deprisa". A falta de 2 rebaso de nuevo al austríaco y cruzo la línea recuperándole 3 s y termino 16.º

Adolfo García me habría sacado 1 min 15" si comparamos su tiempo de hace dos años con el mío de este. Con todo, creo que hay margen de mejora: toca trabajar duro sobre la cabra! Mañana mismo haremos unas 3 horitas por los bonitos alrededores de la Selva Negra y del Danubio.

No quiero despedirme sin expresar los buenos ratos que he pasado con los conocidos del pelotón de la Xallenge: siempre agradable charlar con vosotros. Y, por supuesto y muy especialmente, con mis compañeros de equipo Mirco, Faricle, Claudi, Angel, Juan Carlos, Paco, Faricle, Fede, Salva y su sobrino (excelente aguador en Montornés, sin su ayuda no habría podido subir al podio) más los que me dejo, en las cuatro carreras a las que asistí en Septiembre, en las que por fin me rencontré y pude rodar como me gusta. Agradable sobre todo el rato que pasamos Fede, Paco, yo y JC en Blanes. Gracias por recuperarme el transmisor Polar, gran JC, a por la Xallenge!

Un abrazo especial a Claudi y Carmen y a su pequeña y monísima Arla? (no recuerdo bien el nombre).

Mi siguiente cita es del 28 al 30 de septiembre, carrera por etapas con dura crono inicial de 16 km y rampa de hasta 8%.

Un fuerte abrazo y suerte para las dos carreras que quedan!
Luis